Nueva Zelanda

Nos despertamos pronto porque nos esperaba un largo camino hasta nuestro destino.
Tras 2h30m de conducir por campos verdes llenos de vacas y ovejas (tipo fondo de escritorio Windows) llegamos a “Whitianga” un pequeño pueblo costero donde nos informamos de la mejor hora para ir a ver las “Hot Water Beach”  ya que solo se puede acceder en marea baja.

Tras improvisar un “Pollo a l’ast” en la caravana nos dirigimos hacia la “Cathedral Cove” . Después de 30 minutos de camino por bosques frondosos de mil especies de plantas y helechos llegamos finalmente a una playa paradisiaca donde encontramos  una gran cueva llamada “Cathedral Cove”, es una pasada lo bonita que es la playa y lo espectacular que es la cueva y el acantilado donde se encuentra.

De aquí nos dirigimos a las “Hot Water Beach”, ya eran las 6  de la tarde y estaba oscureciendo, la hora ideal para visitar esta playa en marea baja era a las 17:25. A pesar del frio que hacia Mireia (como el resto de turistas) se puso el bañador y la toalla y yo la acompañe hacia la zona donde se concentra la gente con sus palas para cavar un agujero en la arena para que brote el agua caliente a la superficie y crear pequeños SPAS naturales. La temperatura de esta agua es brutal, hay zonas en las que el agua es muy muy caliente alcanzando los 70º o más y con razón nos quemamos varias veces los pies. Estas temperaturas son debidas a la actividad volcánica subterránea.

Estuvimos poco rato ya que la noche cae muy rápido y la marea empezaba a subir y a Mireia se la estaban comiendo los mosquitos. Fuimos a lavarnos  y secarnos a la caravana y nos pusimos en marcha para encontrar un lugar donde pasar la noche.